Las palabras nacen, prosperan y también mueren llegado el caso. Tal cual. La mayoría de las palabras mueren por falta de uso. Por unas razones u otras, pero se van dejando de usar hasta que salen del diccionario. Que es tanto como decir que se van al limbo. Las palabras en desuso también evocan imágenes y costumbres perdidas, reflejan de algún modo la sociedad que les tocó vivir. He seleccionado una colección de palabras en desuso para ti. Hoy con la letra G.
GACEL. Macho de la gacela.
Un nombre de macho tan raro que desapareció.
GALICINIO. Parte de la noche próxima al amanecer.
A esa hora próxima del amanecer se la conoce (es un decir) como galicinio, ‘canto del gallo’. Camino de la desaparición va su prima hermana: conticinio, hora de la noche en que todo está en silencio; es palabra tan de mi gusto que la saco de paseo en mi charla intitulada Hablando en plata, que puedes contratar a través de esta misma página web. Vamos, que no es por dificultad ni por dinero.

GALLARÍN. Cuenta que se hace doblando siempre el número en progresión geométrica.
Esa es la base matemática que emplean los jugadores de un libro que me entusiasmó siendo niño: «13 contra la banca». Conservo ese volumen editado por el extinto (ay) Círculo de Lectores. Naturalmente, no tengo la menor idea de dónde puede estar porque, confieso, mi biblioteca es un monumento al desorden. Así es que pensaba buscar la foto en internet, pero antes me maldigo y miro a la izquierda de mi escritorio. Ahí tengo unos 100 diccionarios de toda materia y como elemento decorativo una lata de pimentón. Pásmate que miro un poco más allá y distingo el lomo del libro de marras, suavemente acompañado de «Usted tiene ojos de mujer fatal», del imprescindible Jardiel Poncela y de «El día de la independencia» de Richard Ford. ¡No me digas que no son todo señales! Mira, te pongo las fotos del libro y de la lata de pimentón.


GARIOFILO. Clavo, capullo seco de la flor del clavero.
Entre clavo y gariofilo no hay duda sobre cuál de ellas elegirá el hablante. Pues eso.

GENEARCA. Cabeza o jefe de un linaje.
Yo leo la palabra genearca y pienso en los evangelios y en Abraham, pero no en Toro Sentado. Es una palabra que me huele a incienso.
GENITURA. Semen o materia de generación.
Otra palabra víctima de su tiempo, cuando el sexo se hacía para procrear. Y no como ahora, que se hace a diario como prueba de amor y para relajarnos.
GLADIATOR. Gladiador.
Sí, sí. Gladiator es palabra latina y en español se dice gladiador. Así de fácil. Y no gladiéitor, como en inglés. Así de pánfilos somos.

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