Pues sí. Lo sepamos o no, cada dos por tres empleamos palabras cuyo origen tiene que ver con la nobleza. Veamos algunas de ellas que, para mayor comodidad, te anoto según orden del escalafón. Siempre ha habido clases, ya se sabe.
PALABRAS RELACIONADAS CON UN REY O UNA REINA
Empecemos con el agave, esa planta también llamada pita, una de cuyas variedades es bien conocida: el mezcal. Agave era la madre del rey tebano Penteo. Otro rey de tebas dio lugar a la palabra que describe a la persona que recibe a invitados a su país o a su mesa: Anfitrión.
Anabolena es una mujer alocada y trapisondista, además de la mujer de Enrique VIII. Perdió la cabeza, perdón por el chiste.

Un hombre bárbaro e inhumano es un atila, por alusión al rey de los hunos. El hombre que posee grandes riquezas es rico y creso, por alusión al rey de Lidia. Dédalo es palabra sinónima de laberinto, por el personaje mitológico que lo construyó para Minos, rey de Creta. Un hombre cruel con los niños es un herodes, como el rey de Judea. Un hombre de gran sabiduría es un salomón, como el rey de Israel. El rey etrusco de Roma Tarquino el Soberbio, por alusión a la violencia ejercida por él en Lucrecia, da nombre a tarquinada, violencia sexual cometida contra una mujer.
La hierbaluisa se llama así por María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV.
PALABRAS RELACIONADAS CON UN DUQUE O UNA DUQUESA
La chimenea del fogón de los buques se llama mambrú, forma popular de Marlborough, por alusión a J. Churchill, general inglés y primer duque de Marlborough. Sí, es el mismo que se fue a la guerra, mire usted, mire usted qué pena.
Agárrate, que vienen curvas. Tuno, del francés tune ‘hospicio de mendigos’, ‘limosna’, y este de [Roi de] Thunes ‘[Rey de] Túnez’, nombre dado al jefe de los vagabundos franceses en memoria del duque del Bajo Egipto, esto es, el jefe de los gitanos de París en 1427. Y de ahí a los clavelitos de mi corazón. Bueno, en realidad llegamos a los tunantes y de ahí a los tunos, pero me vale para poner la foto de este señor panderetólogo, que es como se llama el que toca la pandereta en una tuna.

La wellingtonia o velintonia, como la casa de Vicente Aleixandre, es una especia de secuoya. Debe su nombre al primer duque de Wellington, a quien se le dedicó este árbol.
PALABRAS RELACIONADAS CON UN CONDE O UNA CONDESA
Cárdigan, la conocida chaqueta de punto generalmente con cuello de pico, se llama así por alusión al séptimo conde de Cardigan, J. T. Brudenell, que la vestía con frecuencia.

El conde de Derby fue el primero en organizar una famosa carrera de caballos, que fue el primer significado de derbi. Así que los partidos de máxima rivalidad también deben su nombre al conde inglés.
Luchana es una calle muy madrileña y chamberilera ¿pero quién sabe lo que es una luchana? Es una barba compuesta de bigote y perilla poblada y se llama así gracias al Espartero, conde de Luchana, general español que la popularizó tanto como a su caballo y sus atributos. Los del caballo.

Sándwich (imposible decir emparedado) nos llega gracias a J. Montagu, 1718-1792, cuarto conde de Sandwich, de quien se cuenta que se alimentó de esta clase de comida para no abandonar una partida de cartas. Un ludópata en nuestro diccionario, sí.
Y mi conde favorito después del Conde Drácula es el que da nombre al famoso globo dirigible popularizado como zepelín. Se trata, naturalmente, del conde F. von Zeppelin, militar e industrial alemán que lo inventó.

Terminando, que es gerundio. ¿Te suenan los grados kelvin? Pues le das las gracias al barón de Kelvin, W. Thomson, físico irlandés.
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