Nuestro idioma está cuajado de palabras procedentes de la mitología romana y en menor medida de la griega. La fuerza de aquellos dioses sigue siendo tal, que habitan entre nosotros, siquiera en forma sustantiva. Degustemos este banquete grecolatino.

Muchas palabras que pronunciamos frecuentemente deben su nombre a deidades menores que a todos nos suenan:

Morfina por Morfeo, cereal por Ceres, posidonia por Poseidón, eólico por Eolo, medusa, atlas o tritón por dioses homónimos.

Y otras veces la deidad o no es tan conocida o no la vemos venir, como en la palabra fauna, que debe su nombre a Fauna, diosa romana de la fertilidad e hija de Fauno. El dios griego de la fertilidad es Pan, de donde donde conocemos el pánico. La erección continua y dolorosa sin apetito venéreo se llama priapismo por el dios Príapo, hijo de Dionisos y de Afrodita. Príapo es también un sinónimo de pene, especialmente el del hombre, matiza la RAE.

Entre los dioses romanos y griegos más importantes tenemos una bonita colección de palabras:

JÚPITER/ZEUS

Hércules (en realidad un semidios hijo de Júpiter y Alcmena) es un hombre de mucha fuerza y gran musculatura. Por Júpiter tenemos jovial y jueves.

Anfitrión era el rey de Tebas, en cuya ausencia tomó su aspecto Zeus para seducir a su esposa Alcmena, quien de esta unión concibió a Hércules. Hubo un rey mítico de la Arcadia a quien Zeus transformó en hombre lobo llamado Licaón, λυκάων lykáōn ‘licántropo’ y por eso se llaman así los perros salvajes africanos o licaones.

VENUS/AFRODITA

La diosa Venus es inspiradora de palabras como venéreo, venusterio (así se llaman en las cárceles peruanas a lo que en España conocemos como sala de vis a vis), venusta (hermosa y agraciada) o viernes. Pero también da nombre al viernes y a la palabra zahorí y más adacadabrantemente a la concha de vieira tan propia del camino de Santiago y que recibe el nombre de venera.

La afrodita es una planta que se reproduce asexualmente; lo que excita o estimula el apetito sexual es un afrodisiaco y lo que tiene dos sexos es hermafrodita. Por Ouranía ‘celestial’, un epíteto de Afrodita tenemos uranismo: homosexualidad masculina.

MARTE

El martes se llama así por el dios romano de la guerra, amartizar es tomar tierra en Marte y lo marcial es lo militar.

MERCURIO/HERMES

Gracias a Mercurio tenemos los miércoles. Por Hermes, su equivalente griego, nos llega hermético. El hijo de Hermes y de Afrodita es hermafrodita.

La palabra moneda se la debemos al ‘templo de Juno Moneta’, en Roma, donde se acuñaba. Por Plutón tenemos orco ‘infierno’ y plutonismo ‘vulcanismo’. Gracias al dios APolo nos llega apolíneo o parnaso. Baco da lugar a las bacantes, las bacanales y las orgías. Eros manda en el erotismo, lo erógeno y la erotomanía. Vulcano da nombre a los volcanes y la vulcanología; también a los vulcanizados o neumáticos. Cronos es el padre del cronómetro. Saturno, divinidad romana equivalente, da nombre a un planeta, también es sinónimo de plomo e inspiración del adejtivo saturnino ‘dicho de una persona: triste y taciturna’.

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