Una cosa es el sexo oral y otra hablar de sexo, claro. Yo vengo a lo segundo. A hablar de sexo o más bien a compartir contigo unas palabras relacionadas con el temita. ¡Un día es un día! Por cierto que el 2% de los españoles afirma tener coyunda a diario. Y el 10% cada quince días. Y el 18% tres o cuatro veces por semana. Y el 21% una vez por semana. O sea en total el 51% de nuestros compatriotas. Me limito a exponer los datos, no opinaré sobre ellos ni sobre el 49% restante. Ea, vamos al tajo con unas palabras para el jiji y el jajaja.

FORNICAR. Tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio. 
Sí, sí lo que acabas de leer. Solo fuera del matrimonio. Dentro es un milagro, pero fuera se llama fornicar. Procede del latín fornix (arco, bóveda): las primeras prostitutas (el DLE recoge unos 85 sinónimos, ay) ejercían a salvo de miradas bajo arcos y pórticos.

CONGRESO. Una lástima que esté en desuso su 7ª acepción: cópula carnal.

CRICA. Partes pudendas de la mujer.

SAMUELEAR. Dicho de un hombre: Observar furtivamente o con disimulo las partes sexuales de una persona, en especial de una mujer.

En España, por tradición bíblica, llamamos benjamín al hijo menor de una familia, puesto que Benjamín era el pequeño de los hijos de Jacob. Pero en El Salvador y Honduras se dice muy explícitamente

SECALECHE. Último hijo de un matrimonio.

Todo el mundo sabe que aun teniendo el idioma común, algunas cosas son distintas allende y aquende el Atlántico. Y que no es lo mismo coger allí que aquí. Por no hablar de la palabra 

PANOCHA, que es para volvernos locos:

La panocha no es lo mismo en España que en América, ojo.

Estos asuntillos dan lugar a risa y confusión según los casos, huelga decir. Por ejemplo, tener el pene erecto se dice arrecho, pero en varios países americanos se dice parado. Lo que allí es motivo de alegría -estar parado- aquí es un drama. Hay un cultismo derivado del griego: itifálico (que tiene el falo erecto). Solo en España empleamos el verbo empalmar para estos momentos amatorios.

Otro cultismo, esta vez procedente de Francia es uranista: dicho de un hombre: homosexual.

En El Salvador encontramos esta locución adverbial: de culumbrón, de rodillas, con los codos apoyados sobre el suelo y con las nalgas hacia arriba.

Quien se inclina a la lujuria o libídine es carnal, lúbrico, lujurioso o carnal.

Quienes padecen ninfomanía, apetencia sexual insaciable en la mujer, dice el DLE, son ninfómanas. En los hombres esa apetencia insaciable se denomina satiriasis, siendo sátiros quienes la padecen. No digamos si además de satiriasis padecen priapismo: erección continua y dolorosa del miembro viril, sin apetito venéreo. Vamos, que te mueres como el del chiste.

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La palabra estatua procede del indoeuropeo stā, de donde también nacen palabras como
obstetricia, prestar y estatuto, por decir tres ejemplos.